benjamingrullo

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Location: Guecho, Vizcaya, Spain

Wednesday, May 19, 2010

El pez Z


El Foxino Común

La forma más primitiva de “sociedad” en el sentido más amplio del término es la asociación anónima, cuyo ejemplo más característico es el banco de peces. En el interior del banco no hay estructura alguna, no hay jefes ni subordinados, sino sólo un inmenso conjunto de miembros iguales.

El aislamiento, la perdida de contacto con el banco podría significar un peligro inmediato para la vida individual. Por esa razón, el comportamiento grupal parece perfectamente funcional, y tan beneficioso para la supervivencia del individuo como para la del grupo. Los peces miran con sus ojitos a cada instante vigilando a sus compañeros e imitan cualquier movimiento que perciban, copiándolo. Así se influyen mutuamente. Cuando uno de ellos detecta peligro y huye, transmite su sensación a los demás, que enseguida captan esa corriente eléctrica que es el miedo. Así es posible que bancos enormes de peces se muevan como si de una unidad se tratara. Son uno con el colectivo y renuncian de esta manera al costoso trabajo de pensar y tomar lentas decisiones individuales. En vez de pensar miras lo que hacen los demás y lo imitas. Es una extraña forma de democracia espontánea.

Erich Von Holst escogió de entre todos los foxinos – el foxino común es un pez perteneciente al género de la carpa - de su piscina experimental a un pez Z. Llamémosle Z. Y le extirpó la parte anterior del cerebro. Esa parte del cerebro es en esta especie la sede de todas las reacciones colectivas. El foxino descerebrado conserva sus funciones motrices y nada como un pez normal pero es tonto perdido. Erich Von Holst repuso al pez ``tonto´´ a convivir con el resto del banco de peces. ¿Qué ocurrió?

Este pez, como era idiota, no entendía que su supervivencia dependía del grupo así que no le importaba abandonar el banco en solitario. En realidad, no había nada que le importase. Los peces indecisos miraban y estudiaban el movimiento de los demás y seguían al que más decisión y seguridad demostraba. ¿Y cuál era este? Pues eso, que en una variante de la mejor escena de Forrest Gump, se pusieron todos a seguir al Z pez descerebrado que iba a su bola sin ningún sentido. Por fin habían encontrado un líder. Un tipo sin dudas. (“No entendí lo que decía pero percibí palabras firmes” leí hace poco en el artículo de un nacionalista refiriéndose a un discurso del ciclista en la pasada feria del berriguna )

Sí, el defecto había convertido al pez bobalicón en un dictador. Un dictador al que todos seguían ciegamente y que podía llevar al banco de peces directamente a las redes de un pescador, a la boca de cualquier peligro, a cualquier recoveco sin escapatoria… al desastre y destrucción del propio banco. ¡Quién nos iba a decir que terminaríamos viviendo en una piscifactoría, experimentando en carne propia el experimento del Zpez!

Saturday, May 15, 2010

Un poco de provocar

Creo que, viendo las últimas medidas, todos deberíamos respirar aliviados. A mí, al menos, me resulta tranquilizador comprobar que José Luís no esté tan chalado como se sospechaba. No es Hugo, ni Evo… ni Zp. Es José Luís, un cínico, lo digo como halago. Su narrativa, su gestión de la fantasía eran sólo las riendas para dirigir el instinto mimético de un pueblo iluso. Este último giro de pragmatismo demuestra que ha sido un espejo que siempre ha tenido los pies en el suelo, que es listo y obediente.

Ha estirado la fantasía hasta donde ha podido, pero a la hora de la verdad ha sabido desinflarse de una forma heroica, sin suicidarse en el bunker. Ha sacrificado lo que él más valora, su imagen especular. Es un tipo frío, capaz de deshacerse de su propio holograma. Ha asesinado su personaje delante de todos, y con él las ilusiones que él se limitaba a reflejar. ¿Pero dónde proyectarán ahora sus ilusiones los ilusos? Ahora esos pobres apañoles que creían en Él, descubren que José Luís es del PP, algo, un poquito siquiera, como la realidad, esa puerca, que también es del PP. Ahora toca pagar el precio de la ilusión y del falso iluso. Un ojo de la cara. Esperemos que los creyentes no linchen al un profeta que les reflejaba. Por su parte, los del PP, al tiempo, les dará por interpretar el papel de socialeros, que para hacer el ridículo se las pintan solos.

No se crean que el tipo esté acabado. José Luís es de los personajes más fascinantes que ha dado esta maceta especializada en este tipo de productos que es Apaña. Ha demostrado ser un genial Ben Hur de ilusos. Su talento manipulador es enorme pero, como todos los genios, es un vago, para él triunfar ha sido demasiado fácil, y se ha acomodado sin desarrollar su personaje. ¿Sabrá reconstruirlo?

Imagínense siquiera todas las reformas que hay que hacer con el PP en el gobierno. ¿Creen que se lo iban a permitir? Tal vez José Luís sea el único capaz de apagar todos los fuegos que ha atizado. Así que, por mucho odio que concite, no sé si podemos prescindir de semejante talento. Piénselo fríamente, desde un punto de vista práctico. Sin duda él es el mejor engañabobos que jamás hemos tenido, un genio de la estupidez, un magnífico instrumento de gobierno para un colectivo como el nuestro. Imagínense a este monstruo trabajando a favor del sentido común. Le podría dar perfectamente por ahí, a éste le da igual arre que so.

¿Sabrá José Luís reconstruirse? No lo sé, pero estoy por apostar que sí.